¿Qué dice la Biblia sobre ser un hombre?
- Carlos Amaya
- 19 jun 2023
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 19 jun 2023
«Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza…»
Genesis 1:26 NBLA

Una realidad
Hoy en día está de moda poder cuestionar el papel del hombre dentro de la sociedad, el hogar e incluso en la iglesia. Argumentaciones ideológicas propician que hablar de lo masculino se vea como una mera «construcción social», es decir, que lo que el hombre hace o es, está determinado por el entorno y la cultura, obviando intencionalmente los rasgos distintivos que acompañan al hombre desde su nacimiento.
Lo que encontramos es un modelo de «hombría» que promueve la altanería, que se enfoca en el amor propio y la apariencia, en donde es más hombre el que tiene las mejores posesiones (carro, casa, trabajo, dinero, etc.) y el que conquista a la mayor cantidad de chicas, además de ser alguien rudo al que se le tiene que servir y obedecer sin replicar.
Sin embargo, la Palabra de Dios nos revela una liberadora verdad acerca del diseño de Dios para la humanidad, y sobre la verdadera masculinidad bíblica. Todo ser humano (hombre y mujer) posee lo que se conoce como «Imago Dei», la imagen de Dios. Esto quiere decir que el ser humano tiene distinciones morales, intelectuales y espirituales con el resto de la creación y de acuerdo con la persona de Dios (Guzik, 2021). A menudo, esto es obviado de forma intencional por el sistema del mundo, dado que entre más se pervierte esa imagen en la vivencia masculina, más fácil será que este se desvíe del diseño perfecto de Dios. Es claro que satanás como enemigo tiene una misión y es la de distorsionar todo aquello que fue perfectamente creado por Dios, pero también es claro que el hombre al seguir sus deseos pecaminosos se aleja cada vez más de la esencia que se encuentra inherente en él.
Una masculinidad según el diseño divino
Para entender lo que significa una masculinidad a la manera de Dios, es importante tener presente que significa ser masculino y además la concepción de la hombría como parte de un plan divino. En primer lugar, la masculinidad se define como aquellos rasgos particulares del varón, es decir las características físicas, psíquicas o morales que son propias del hombre y que le diferencian no solo de la mujer, sino del resto de criaturas (Real Academia Española, 2023). En ese sentido, se puede decir que esas características son dadas desde la creación del hombre: «Y dijo Dios: "Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza…"» Genesis 1:26 NBLA. No son dadas por el entorno, la sociedad o las circunstancias; sino que son dadas por Dios, al ser el creador y dador de Su imagen al hombre.
El rol que cumple el hombre en la tierra tampoco está determinado por lo externo, sino mas bien por lo que es inherente a él. Se puede observar en el libro de Génesis cómo Dios crea al varón, y desde el inicio le da el papel que deberá cumplir y en dónde deberá ejercerlo:
«Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y el Señor Dios plantó un huerto hacia el oriente, en Edén, y puso allí al hombre que había formado». Genesis 2.7-8 NBLA.
Lo crea primero que la mujer, pero su papel no es para nada pasivo ni ocioso, sino mas bien el de ejercer una responsabilidad dada directamente por Dios:
«El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén para que lo cultivara y lo cuidara». Genesis 2.15 NBLA
Hasta este punto se observa como característica principal que lo que un hombre a la manera de Dios es y hace es mandato y diseño divino.
Al referirse a los roles del hombre, instantáneamente se piensa en el matrimonio y cómo este ejerce sus responsabilidades con su esposa e hijos. Sin embargo, lo que el hombre hace no se limita a una etapa de vida. Es cierto que sus funciones van cambiando de acuerdo con la temporada en que se encuentre, pero hay un llamado trascendental a las etapas. A continuación, se abordarán estos rasgos que Dios manda y desea que el hombre tenga a lo largo de su vida.
Para explorar estos aspectos se tomará el ejemplo de vida del Varón perfecto: Jesús, quien cumplió sus roles como hombre de manera intachable. En algunas características de Su vida y enseñanzas veremos cómo ejercer una masculinidad a la manera de Dios.
Un hombre según el diseño divino:
1. Está sujeto a Dios.
Cuando le consultaron en cierta ocasión a Jesús sobre cuál era el más importante de los mandamientos de la ley, Él contestó que era amar al señor Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente (Mt 22:37), lo que implica una rendición y obediencia absolutas desde las acciones, los pensamientos y las emociones. Él no decía esto solo por mera filosofía, sino porque Él ejemplificaba ese mandamiento en su diario vivir: «Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar». Juan 12.49 NBLA
Por lo tanto, un hombre según el plan divino es aquel que obedece a Dios. Este tipo de hombre no hace lo que él quiere, sino que somete su voluntad a la voluntad de Dios. Vemos en el ejemplo de Adán, que él estaba donde Dios lo puso e hizo las cosas que Dios lo mandó a hacer. Esto es una propuesta opuesta al modelo masculino del mundo, en donde se invita a los hombres a ser ellos mismos quienes decidan su camino y acciones según su entorno, e incluso su historia.
2. Ama a los demás de manera sacrificial.
Jesús amó de tal manera que entregó Su vida para la salvación de la humanidad (Jn 3:16). Eso implicó sacrificio, humillación y desprendimiento (Fil 2:6-11). Además, cuando le preguntaron por el más grande mandamiento, lo complementó diciendo: «Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Mateo 22.37 NBLA
Es común observar a hombres orgullosos de lo que poseen o hacen, hombres que con sus palabras hieren a los de su entorno, seducen a mujeres y les rompen el corazón, cuya prioridad es que les sirvan, pues anteponen sus “necesidades” y deseos por encima de todo. Sin embargo, el plan para una verdadera masculinidad consiste en ejercer el amor hacia su entorno siendo servicial, responsable y desprendido.
Hablar de masculinidad divina es hablar de hombres que están en sus entornos (casa, escuela, universidad, trabajos, etc.) y obedecen a Dios sin importar las propuestas que el sistema les ofrezca. Eso implica, entre otras cosas: ser obediente a los padres, ser honestos, vivir con integridad y ser diligentes, porque responden a una autoridad superior que vas más allá de los padres, maestros o jefes. Este tipo de hombre entiende su rol sin importar su edad o etapa de vida. Siguen los mandatos de Dios para su sexualidad, su futuro, sus necesidades y sus planes.
También, el hombre según diseño de Dios es aquel que sabe amar a su prójimo, y esto no es implicación romántica, sino de una postura de servicio, de importancia hacia las necesidades de los demás y de una actitud de humildad. No antepone sus deseos, ni lastima o daña a los demás, al contrario, procura el bienestar de otros y entrega su vida para darle la importancia al prójimo.
Estos rasgos básicos proponen una serie de responsabilidades para el hombre, de tal forma que se siga el diseño de Dios:
Ser obediente.
Ser líder.
Ser protector.
Ser valiente.
Ser firme.
Ser humilde.
Ser bondadoso.
Ser cómo Jesús
Normalmente, los hombres de todas las edades estarán siendo tentados para distorsionar la imagen de Dios en ellos, estarán siendo presionados para alejarse del rol que Dios ha establecido para ellos, estarán siendo seducidos para seguir las corrientes del sistema, en donde se minimiza la masculinidad, pero ante este bombardeo constante Dios manda : «Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto». (Ro 12:2 NBLA). Esto es fundamental para permanecer fieles al diseño de Dios y cumplir con cada rol y responsabilidad que se manda desde la voluntad divina.
Referencias:
Guzik, David. 2021. The Enduring Word Comentario bíblico en español.
Versículos tomados de la Nueva Biblia de las Américas.
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